lunes, 29 de septiembre de 2014

Se aproxima la feria de promeseros Los posibles ¿presuntos? precandidatos a la alcaldía de Funza, cabalgan sobre la bestia del poder municipal

Se aproxima la feria de promeseros
Los posibles ¿presuntos? precandidatos a la alcaldía de Funza, cabalgan sobre la bestia del poder municipal, base sólida esencial de la política regional y nacional colombiana. Bien se sabe que aquí la política no es una puja entre izquierda y derecha, sino entre la derecha (que quiere el poder) y la derecha dura (que tiene el poder), es decir no hay mayor diferencia. Si acaso hay alguna, es que existen unos que quieren comer del pastel que los otros están agotando y sólo les están dejando las boronas. Esto ya es de vieja data y se debe a dos factores preponderantes: uno, la poca existencia de personas con ideología política sea la que sea, pues los votantes tradicionales tienen más estómago que conciencia. Si se buscara premiar al municipio donde más se practique la compra de votos y el fraude electoral, Funza sería un gran opcionado a ganar el galardón. Dos, la poca existencia de una fuerte oposición crítica. Dirán algunos que si la hay, pues claro que quedan reductos y muy importantes, pero a muchos dirigentes los han venido comprando y cooptando con prebendas y empleos transitorios que les atenúan su conciencia y sus principios de por sí muy endebles. Pero eso mismo llevó a la alcaldía a los cuatro últimos alcaldes, una de las cuales sufrió la derrota con sus propias artimañas. Se siguió presentando más y más desde la primera elección de Cambio Radical, se acentúo bajo sus dos gobiernos, y se va a encargar de que la oposición a Machuca no sea la del Polo o cualquier otro partido contrario a esos intereses, sino la del mismo contubernio anterior, o lo que sería peor, que les ganara el uribismo. 
Por eso Carlos Julio Buitrago tiene tan pocos votos. Por eso los otros ocho, siete o seis precandidatos vienen de la casa Rey: Tovar, Quintero, Hernández, Uribe, López, Forero, Bernal y Mora son herederos leales o desleales del ex, que han aspirado o aspiran a pelechar a su sombra. Por eso en las próximas elecciones no habrá debate sobre el modelo de municipio, (ya todo está consumado, o consumido) ni opciones verdaderas en los temas que afectan la vida de la gente: salud, educación, empleo, seguridad, precios del transporte, impuestos, distribución del ingreso y tantos otros. La gente puede oír “rollos” distintos, pero en el fondo sabe que su vida no será muy distinta bajo uno u otro alcalde.
¿Por qué votar entonces? ¿Por quién votar si los (ocho, siete o seis) candidatos son tan parecidos? De aquí creo que vienen los otros datos “raros” de estas elecciones: la apatía, la abstención, el voto en blanco, la confusión y el poco arrastre de los candidatos, con lo que se puede concluir en que tenga más opción el bendecido por el Rey. 
Pero ¿Por qué sostengo esta tesis? Sencillamente porque Funza no ha querido o no ha podido acabar de digerir el “fenómeno Rey”. Machuca es ahora, y luego vendrá quizá Tovar o Quintero, como otro intento abierto de seguirlo viviendo. Esta será la fuerza del candidato bendecido por el exalcalde y ahora congresista, porque son muchos los que añoran a Rey, los peligrosos poderosos que apoyan el uribismo (aún sin candidato conocido), los ciudadanos que podrían creer que Tovar, Quintero, Hernández o Uribe son la antítesis de la oposición y que podría salvar, no a Funza, sino a la maquinaria enquistada en el poder. A falta de entusiasmo, los alcaldes se eligen por descarte. Los precandidatos anteriormente nombrados tocarán la misma fibra en la opinión funzana (¡seguir avanzando con el desorden!) y Mora tratará de tocar otra (¡no a la corrupción del POT!). Sin embargo, la primera fibra se está diluyendo, y la segunda valdría sólo para un Carlos Julio Buitrago.

Escrito de: Carlos Julio Buitrago.   

Facebook:  https://www.facebook.com/carlosjulio.buitragogonzalez?fref=nf



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